CARTA DE ASUNCION

CARTA DE ASUNCION
Los Soberanos Grandes Comendadores de los Supremos Consejos del Grado 33º del Rito Escocés Antiguo y Aceptado de la Masonería de América del Sur, reunidos en la VI Conferencia realizada en la ciudad de Nuestra Señora de la Asunción, República del Paraguay, declaramos:

Que la sociedad humana se encuentra, en los comienzos del siglo XXI, sometida a grandes dificultades motivadas por la falta de educación y de valores humanos. Las grandes diferencias económicas, las injusticias sociales, la ambición desmedida que se expresa en la corrupción de los gobernantes y del pueblo, el fanatismo religioso que ha degenerado en terrorismo internacional, la ignorancia que impide la vigencia de una democracia verdaderamente participativa y, fundamentalmente, la falta de respeto a la dignidad humana y el reconocimiento en la práctica de los derechos fundamentales del hombre.

Esta situación requiere que las instituciones intervengan positivamente en la regeneración y emancipación progresiva y pacífica del género humano, allanando los obstáculos que no permiten su bienestar y felicidad. Creemos que ésta acción solo podrá ser realizada por hombres imbuidos de los valores fundamentales del humanismo, comprometidos en la búsqueda de la verdad científica y en la práctica de la moral basada en la misma naturaleza del universo.

La Francmasonería, y en especial el Rito Escocés Antiguo y Aceptado tiene por causa al progreso humano, su imperativo supremo es la libertad de pensamiento, su misión es la libertad de conciencia y, su principal finalidad, la garantía de igualdad en los derechos de todos los hombres. Su objetivo es el perfeccionamiento y desarrollo de la humanidad, principalmente, a través de la búsqueda de la verdad y del conocimiento y la práctica de la ley moral universal.

El Rito Escocés Antiguo y Aceptado de la Francmasonería es una escuela para la formación del hombre y del ciudadano. Trabaja empleando sus medios para despojar al hombre de sus malos hábitos contraídos en el seno de la sociedad civil y, trasmuta la formación que ya tiene, a una formación pura, completamente humana, íntegra y honesta basada en el conocimiento de si mismo, lo que le lleva a la libertad ética. El hombre es fin en si mismo y ésta formación puramente humana es una manera de ser del hombre, exigida incondicionalmente, por su propia naturaleza y dignidad.

El Rito Escocés Antiguo y Aceptado desarrolla, en sus treinta y tres grados, todo éste programa de reflexión y comprensión, de unificación del conocimiento y práctica de la virtud que pone a disposición de los francmasones que adhieren y practican el Rito, para que cada uno, visible y concientemente, se comprometa en la búsqueda de la verdad y la virtud, como un ideal propuesto y caro a su inteligencia y a sus sentimientos, un ideal que se convierta en la propia naturaleza en la que vive y respira como hombre y como masón.

Los Soberanos Grandes Comendadores de los Supremos Consejos de América del Sur se manifiestan comprometidos en hacer más efectiva la educación de sus miembros a través del perfeccionamiento de los instrumentos naturales de la Institución y del aprovechamiento de los recursos culturales y la tecnología del presente y del porvenir.

Se proponen intensificar sus relaciones e intercambiar sus experiencias y logros, así como a promover el relacionamiento de sus capítulos en las fronteras de sus respectivos países hacia la integración americana.

Se reafirman en la misión de combatir la ignorancia bajo todas sus formas y el programa que enseña al hombre a obedecer las leyes del país, vivir con honra, amar a sus semejantes, y a trabajar sin cesar por la felicidad de la humanidad y por su progresiva y pacífica emancipación.

Campamento de Asunción, 8 de octubre de 2004.

Ill.: y Pod.: H.: Roberto Horacio Neumarkt, 33°